Déficit de desarrollo del habla en los niños

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Cada niño tiene su propio ritmo de desarrollo que se debe respetar, pero si un niño no alcanza los hitos del desarrollo en el momento esperado, es normal que sus padres comiencen a preocuparse, pero no necesariamente se tratará de un trastorno. Veamos como diagnosticarlo correctamente.

¿Qué es un trastorno del habla?

Un trastorno del habla es una afección que causa problemas a la persona que lo padece para crear o formar los sonidos del habla, necesarios para desarrollar correctamente el lenguaje oral y comunicarse con otros. Los trastornos más comunes del habla son articulatorios, fonológicos, de falta de fluidez o trastornos de la voz. Son diferentes de los trastornos del lenguaje en los niños.

Los trastornos del habla y los del lenguaje se consideran dos categorías distintas de los denominados trastornos de la comunicación (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, DSM-V; APA).

Cualquier alteración en la capacidad de un niño para hablar claramente se puede clasificar como un trastorno del habla. Existen varios tipos diferentes de trastornos del habla que incluyen dificultades en:

– la articulación: la alteración en la producción de sonidos claros y distintivos del habla puede dificultar la comprensión de lo que se dice.

– la voz y resonancia: la alteración en la producción por parte de las cuerdas vocales de un sonido fuerte y claro puede dar lugar a una voz áspera, ronca o rasposa o a una voz “nasal”.

– la fluidez: alteración en la uniformidad o fluidez de las palabras.

Todos pueden variar ampliamente en naturaleza y gravedad. Se observan con frecuencia en la infancia, en algunos casos se produce una mejoría con el tiempo, en otros, puede persistir hasta la edad adulta.

¿Cuáles son las causas?

Según el tipo de trastorno del habla, un desarrollo fuera de lo neurotípico, puede deberse a causas desconocidas, estar asociada con alteraciones en la estructura o función de la boca, cara o paladar, pérdida de audición, trastornos de las cuerdas vocales o a la frecuencia respiratoria, desequilibrio en los sonidos producidos, o estar relacionada con una respuesta al estrés ambiental.

Definir la causa exacta de que un niño tenga un problema con las habilidades lingüísticas puede resultar difícil antes de los 3 años de edad. Ya que, hasta este momento, no se considera alarmante que un niño no hable tanto ni tan bien como los demás, o comience a hablar más tarde.

A partir de los 4 años, este tipo de dificultades pueden presentarse en niños con otros problemas del desarrollo, trastornos del espectro autista, dificultades en la audición y dificultades de aprendizaje.

¿Cuáles son los signos de alerta?

Los signos pueden variar ampliamente según la naturaleza de fondo del trastorno. Pueden incluir tartamudeo (la repetición de sonidos), pausas largas, frustración, sacudidas de la cabeza o parpadeo mientras se habla, problemas para articular correctamente, una voz que es demasiado alta o demasiado suave, habla con sonido nasal u otras características inusuales del habla.

Tipos de trastornos del habla más comunes

  1. Disfemia: tartamudez o trastorno de la fluidez de inicio en la infancia. Se trata de un trastorno centrado en la ejecución del habla, concretamente en su fluidez y ritmo. Durante la emisión del habla, la persona que la padece sufre uno o varios espasmos o bloqueos que interrumpen el ritmo normal de la comunicación. La disfemia suele causar vergüenza y ansiedad, dificulta la comunicación y la adaptación social. Este problema solo aparece cuando se habla con alguien, pero el niño afectado puede hablar con normalidad en completa soledad, y no se debe a lesiones cerebrales o perceptivas.
  1. Disartria: se manifiesta como la dificultad para articular palabras debido a un problema neurológico que provoca que la boca y los músculos que emiten el habla no presenten el debido tono muscular y, por tanto, no respondan correctamente. Es uno de los tipos de trastornos del habla más conocidos.
  2. Trastorno de la comunicación social: quienes padecen este trastorno tienen problemas para adecuar la comunicación al contexto en el que se encuentran, así como para entender el significado metafórico o implícito de lo que se les dice, captar los gestos o respetar los turnos de palabra.
  3. Disglosia: es un trastorno que causa una severa dificultad en la articulación de los sonidos que configuran el habla debido a la presencia de alteraciones en los propios órganos bucofonatorios, como malformaciones congénitas.
  4. Taquifemia o farfulleo: se caracteriza por un habla exageradamente rápida, perdiéndose palabras por el camino y cometiendo errores.
  5. Afasias: es uno de los trastornos más conocidos. Consiste en la pérdida o alteración del lenguaje en sujetos adultos, en niños estaríamos ante las anteriormente mencionadas disfasias, debido a la presencia de una alteración o lesión cerebral.

Las primeras personas que pueden sospechar que un niño puede tener un trastorno del habla o del lenguaje suelen ser aquellas que tienen mayor relación con él, normalmente sus padres o profesores de preescolar o de escuela primaria.

En el diagnóstico pueden participar varios profesionales del habla y del lenguaje, incluyendo un fonoaudiólogo o patólogo del habla-lenguaje, es decir, un profesional de la salud capacitado para evaluar y tratar a niños con problemas del habla o del lenguaje.

 

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Jueves, 18 Abril 2024