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Cuatro pasos para iniciar una estrategia de la empresa

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Cuatro pasos para iniciar una estrategia de la empresa

Con estos 4 pasos podrás comenzar a formular una estrategia de la empresa que se preocupe de la visión y propósito de las áreas y actividades estratégicas, una brújula confiable que guíe a la empresa hacia sus objetivos. 

 

Antes de formular la estrategia de la empresa es importante conocer la situación actual, como las cifras claves y el valor de analizar las cifras en relación con las de los competidores. Pero para tener una idea más completa de la situación actual de la empresa, puede haber razones para hacer varios análisis más profundos.

Un análisis FODA es un modelo bien probado para realizar un seguimiento de la situación de la empresa, que se basa en analizar las fortalezas y debilidades internas de la empresa, así como las oportunidades y amenazas externas, lo que por supuesto proporciona mejores condiciones para actuar. 

Otro modelo bien probado para el análisis externo es el modelo de cinco fuerzas de Porter, en inglés Porter's Five Forces, que evalúa la situación competitiva en el mercado en el que opera la empresa. Luego, observa el poder de negociación de los clientes y proveedores, si el producto o servicio es fácil de reemplazar y qué tan fuerte es la competencia de jugadores nuevos y existentes.

Independientemente del modelo o modelos con los que elija trabajar, es importante que obtenga una buena comprensión de la situación y las condiciones actuales de la empresa antes de seguir adelante y formular la estrategia de la empresa.

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Cuatro pasos para una estrategia relevante

  1. Cree una imagen del propósito de la empresa
    Comience por definir lo que la empresa debe hacer realmente y cuál es el propósito del negocio. El propósito es encontrar el núcleo de la identidad de la empresa y formular la razón por la cual los diferentes grupos objetivo lo eligen a usted en lugar de a sus competidores. En otras palabras, un propósito bien desarrollado y basado en la realidad es crucial para encontrar el enfoque estratégico correcto.
  2. Desarrolle una visión
    La visión de la empresa debe ser una imagen meta atractiva de cómo puede ser el futuro. Junto con el propósito, actúa como una guía que aclara el plan de negocios y la dirección estratégica de la empresa. Si el propósito describe lo que la empresa debe hacer, la visión describe más bien el objetivo a largo plazo de la empresa. Siéntase libre de obtener ayuda e involucrar a sus empleados en el trabajo con la formulación de un propósito y una visión. La visión debe estar arraigada en la organización y permear la identidad de toda la empresa. Solo entonces cobra sentido y se convierte en una imagen objetivo que guía a la organización hacia adelante.
  3. Identifique sus áreas estratégicas más importantes
    Cuando usted, junto con el equipo gerencial y el aporte de otros empleados, hayan elaborado el propósito y la visión de la empresa, es hora de presentar la agenda estratégica más concreta. Es hora de identificar en qué áreas estratégicas debe desarrollarse y trabajar la empresa para lograr el propósito y la visión. Las áreas estratégicas funcionan como un apoyo para priorizar qué actividades se van a realizar, pero también qué actividades se van a degradar. Una actividad que no cae dentro de un área estratégica, simplemente no se puede implementar en este momento.

Por supuesto, la cantidad de áreas estratégicas que elija varía según el tamaño y la situación de la empresa, pero un punto de referencia puede ser de cinco a seis áreas bien definidas. Si hay demasiadas, existe el riesgo de que pierda la concentración y corra con demasiadas bolas al mismo tiempo. Si hay muy pocos, es posible que el trabajo no tenga el efecto suficiente para que tenga éxito en cumplir con el propósito y la visión y lograr las metas de la empresa.

4. Defina sus actividades estratégicas
Una vez que sepa con qué áreas estratégicas trabajar, es hora de definir las actividades a realizar. Si un área estratégica, por ejemplo, es una mayor digitalización, entonces una actividad estratégica podría ser digitalizar procesos de seguimiento seleccionados o partes del procedimiento de servicio al cliente. Por lo tanto, son las actividades estratégicas concretas las que forman la base para fortalecer la empresa dentro de sus áreas estratégicas definidas, y conecta el propósito y la visión con la ejecución operativa del día a día.

Al trabajar con estos cuatro pasos, basados ​​en el análisis de la situación actual, la empresa tiene actividades prioritarias concretas con las que trabajar para lograr sus objetivos.

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